viernes, 13 de abril de 2012

día 147 despertando en el capitulo dos

Me levanto temprano. Ayer no pude hacer compra, se me había olvidado que no es tan normal que los supermercados abran 24 horas al día. Así que me voy a la calle con la tripa vacía.

Hago la primera parte del recorrido en metro, línea G hasta Bergen, estación en la que tengo que salir a la calle y cruzar de acera para cambiar de anden. Aprovecho ese momento para buscar un sitio donde desayunar. 

Los huevos están ricos, pero empiezo a notar que Brooklyn es más caro que Queens.

Primera clase superada, las historias crecen solas. Salimos a comer. Aprovechamos para trabajar un poco más en cosas del rodaje. Volvemos con las pilas cargadas y la comida a medio digerir. 
Antes de volver compro una almohada, sábanas y un edredón, de Toy Story, que es el que está en oferta. El toque infantil combina muy bien con dormir en una litera. Hoy voy a dormir como una princesa.

En casa intento trabajar pero a Fred, como a Berger, mi gato en España, no le gusta que use el ordenador. Es curioso cómo reclaman su momento de atención.

Espero que Berger no se ponga celoso. También espero que le pueda sentar bien tener amigos, porque a este paso me empiezo a ver como la loca de los gatos de los Simpson. Vieja, despeluchada y rodeada por un ejercito minino adicto a la leche.

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