lunes, 9 de abril de 2012

dia 132 last wash

Última lavadora conjunta. Quién me lo iba a decir hace unos meses, cuando no nos conocíamos, cuando no sabíamos ni que existíamos. Lo cotidiano se tiñe de sentimental, ahora incluso más que en mis últimos días en España. Tal vez porque entonces pensaba que al volver seguiría teniendo la pareja que tenía cuando me fui, tal vez aquí porque sé que ya no seremos más pareja en Nueva York. En cualquier caso estoy feliz de haber ganado una gran amiga con la que poner una última lavadora conjunta.

Quedo con Travis y su amigo, un chico español que ha venido unos días a pasear por los states, en la puerta del MoMa. De nuevo me digo a mi misma: Raquel tienes que ver la expo de Cindy Sherman. Quedan muchos más días es una frase que tengo empezar a plantearme dejar de usar. 

Comemos brunch en el West Village, que siempre queda muy cool, en la terraza de un pequeño café, al sol, como si la primavera ya fuera la reina de las estaciones. 
Les acompaño hasta donde están durmiendo y me despido, esperando volver a ver a Travis en San Francisco... Mmmm... San Francisco, why not? Un viaje de costa a costa puede ser divertido.

Carol ha ido al aeropuerto a por sus primas. Sé que está nerviosa, las cosas se acumulan y atropellan cuando el tiempo se empieza a apagar. 

Vuelvo a casa he intento trabajar un poco. Lo intento.

Mil horas más tarde, después de haber pasado por cien colas, las cuatro llegan a casa. Es divertido conocerlas a las tres, especialmente a Luci, que sigue el blog y que, sin conocerme a mí, conoce mi vida desde que llegué aquí. Oír a tanto castellano a la vez es reconfortante, lo voy a echar de menos. 

Bajamos a cenar al dinner de al lado del metro donde, a poco de desaparecer de Queens, descubrimos la carta de ensaladas. Una lástima.


1 comentario:

  1. Yo también estoy feliz de haberte conocido, eres una mujer increíble...sabes? Echo de menos ir a la laundry contigo...

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