sábado, 31 de diciembre de 2011

día 51 enfrentandome al final de nuevo

Me levanto temprano y, decidida, me voy a la escuela. De nuevo tengo un telecine en blanco y negro lleno de color, que curiosos que son los avances tecnológicos. 
Me pego un rato con el ordenador, menos mal que tengo a Aline al lado que siempre me ayuda, sin decirme nada por lo pesada que soy. 
Estoy contenta por poder usar la primera banda sonora que me hizo Dan para el corto de Aina, fue volverla a escuchar aquí y saber que por fin podía rodar algo en Coney Island. 
Las cinco horas que estoy sentada me dan de sí para organizar el proyecto, pero no para acabarlo del todo. Me falta curro de etalonaje, todo el del mundo, y hay dos planos que quiero cambiar, pero están ahí de momento para no perderme. La semana que viene acabaré. 
Me voy con Aline a comer. Volvemos a la paz del Indio vegetariano, que esta vez puedo confirmar que está en la 28 con Lexington Av.
Cuando nos damos cuenta de que nos están echando, nos hemos quedado solas en el restaurante. La mezcla de sabores y la charla amena siempre hacen que nos olvidemos del mundo alrededor. 
La acompaño de vuelta a la escuela, que ella tiene más paciencia que yo y seguirá montando otras 5 horas. 
Quedo con Carol y Jose en la W4 y caminamos por la ciudad hasta la esquina de la 34 con la novena, de nuevo aventura en el B&H. Ya no me asusta tanto como la primera vez. Por el camino aprovechamos para seguir con el turisteo y Jose se saca una foto en cada esquina.

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