domingo, 25 de diciembre de 2011

dia 36 descubriendo Harlem

Hoy rodamos la práctica de Aline y eso me permite descubrir Harlem, el Harlem negro, que hoy en día es más aburguesado. Bajo en la 145 y camino hasta la 155, el barrio es tranquilo, las casas bajas, con escaleras en las fachadas, se respira un ambiente particular, un poso de jazz, una brisa que suena silenciosa, una cara arrugada y sabia. 
Empezamos a trabajar solas, la sección masculina del equipo llega tarde, uno más que el otro. Contamos con Dario, un amigo italiano de Aline, que tiene la paciencia de aguantarnos mientras vuela aviones de papel que cada vez llegan más lejos. 
Acabado el rodaje devolvemos material y corremos a comer, nos queda casi una hora. Perdemos una parte vital de ese tiempo buscando lugar, la pizza está buena y es barata pero muchos días seguidos cansa. 
Por la tarde clase de dirección, parece que Bryan ya se ha pegado el diente, y después guión con la negación de la negación, que suena más musical en inglés: "the negation of the negation" 
Carol me está esperando como un reloj en el vestíbulo de la segunda planta para ayudarme a llevar el material a casa. Miguel, el profesor de guión, que tenemos las dos, aprovecha para cotillear y le pregunta a Carol, que se ve que se lleva mejor con ella, sobre nuestro árbol genealógico. 
Como parecía que después de 13 horas en pie, cargando bártulos como camellos, no teníamos suficiente, decidimos adelantar parte de la mudanza y deshacernos de los dos ataúdes más pesados. Cuando nos damos cuenta nos han dado las 11 de la noche, mañana toca madrugar de nuevo y tenemos el estómago vacío. Nos comemos una hamburguesa en la esquina y subimos corriendo las escaleras para poder entrar antes a la cama.

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