domingo, 18 de marzo de 2012

día 111 noche de oscars

Amanezco pocha y me doy al consumo en masa de frenadol, ibuprofeno y lo que salga de la bolsa, con la esperanza de recuperar la cabeza y el cuerpo. Pero todo se hace de rogar.
El día es un tanto anodino, triste y pesado. 
Nos vamos a casa de Patricia a cenar y ver los Oscars. La noche no tiene el glamour que debería tener, me he ido hasta en pijama, pero la mesa está llena de canapés y poder ver la gala en un horario normal tiene su punto. Todo muy como era de esperar, pocas sorpresas. Nunca me había parado a oír con atención el discurso del director de esta academia, tremendo, le ha faltado decir visite nuestro bar al final.


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