domingo, 6 de mayo de 2012

día 173 the negation of the negation

Ha salido el sol. En el metro me cruzo con un chico del seminario, hago el camino con él. Hablamos de Atlanta, de Madrid, del mundo.

El discurso de McKee sigue llenando de pequeñas pildoritas mi mundo de ilusiones. Me gusta esto. 

En el descanso compramos unos bocadillos y nos sentamos en Herald Square. Compartimos anhelos de futuro, todos tenemos. Yo suelo llamarlo de una manera más inapropiada, mi propia colección de pajas mentales, que aumenta y se multiplica sin límites. De cajera de supermercado a guionista es el recorrido que mi montaña rusa hace 200 veces por segundo. 

No sé por qué hoy sueño con una casita en el campo, en medio de la nada, a la que se llega por un sendero que termina en tierra polvorienta. Unos cuantos árboles frutales, un pozo escaso de agua, un río que se escucha a lo lejos, una habitación con un gran ventanal desde el que ver todo y la pantalla del ordenador que se va llenando de palabras.

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