Mega desayuno de mantequilla de cacahuete y mermelada de mora. Al salir del metro en la 57 nos cogemos un vaso grande de cafe y otro de té para no desentonar entre la marabunta. Pasamos por Central Park y en Apple Store pillamos la 5th que está cerrada. Pasamos junto a Tiffany, con su edificio imponente y su escaparate minúsculo.
Desde el centro de la avenida la calle se ve gigante, engalanada para el evento con banderas que se multiplican y crecen, que rivalizan en tamaño y ondas al viento. La vista se pierde en lo alto en busca del cielo que nunca llega. En el suelo la policía organiza y nos sacan del centro a uno de los laterales de la calle, el desfile comienza en breve. Tomamos posición, junto a una valla. La gente silva y vitorea. Nos va invadiendo el sentimiento de orgullo americano. Los soldados desfilan rápido, muchas bandas ponen ritmo. Nos regalan unas pulseras, intentamos chapurrear el himno. - Oh say can you see...-
Llega el momento lágrima, veteranos yayos, los auténticos héroes reza en los carteles. Los supervivientes de la Segunda Guerra Mundial, de la Guerra de Corea, de la Guerra de Vietnam... pasean sus canas orgullosos, enfundados de nuevo en sus uniformes, con bastones de paso indeciso y orgullo en la frente, que arrugada se yergue bien firme.
Sopita y sanwich, un poco de asiento y de calefacción para recuperar el aliento, que el frío corta la piel. De nuevo en la calle más uniformes verdes, azules, marrones... las calles suenan alegres.
Llamada de Burack, también conocido como el turco, nuestro siguiente casero por unos días, esta vez en Queens, subimos nyc arriba para aparcar en Astoria unas semanas, hasta que salga la siguiente casa, que en principio también será en Astoria. El barrio está muy bien, lleno de tiendas de fruta y de verdura griegos... de hecho el edificio al que nos mudamos el lunes se llama Akropolis. Welcome to our new neighborhood.
(No puedo poner fotos porque me quede sin batería, pero proximamente)
No hay comentarios:
Publicar un comentario