
Nuevo cambio de estrategia... contactos. Día relajado, respirar, pasear, turistear. Algún momento oficina para expandir el conocimiento de nuestra necesidad de casa.
Fulton St station, nuestro punto clave al sur de manhattan. A la
vuelta se respira patriotismo, obreros con banderas pegadas en los cascos, carteles, policías, barras y estrellas, es el memorial, donde estaban las torres gemelas, algo que el cine inmortalizó en sus decorados pero que ya no podemos ver en directo.
Mucho uniforme condecorado, que pasea el tintineo de sus medallas, nos sonríe, alguno incluso nos saluda.

Seguimos el camino, Broadway arriba, que ya es casi más familiar que la
Gran Via. Paseamos sin rumbo y con cerebro relajado, a medio camino cae
una porción de pizza, una visita a un pharmacy, la Time Out... Nos
sentamos en Union Square, entre ardillas, perros, colgados, sonrientes,
Blondie, cuadernos que crecen, periódicos que se arrugan y me acuerdo de
que aun no he visto Central Park, así que subimos al metro.
5th Avenue,
con todo su resplandor, su dinero, sus limusinas, sus posh en las
terrazas, sus hoteles. sus chofers, sus chaqués, sus tacones de aguja.
Compramos comida para llevar, una maravilla digna de gourmet, y nos la
llevamos a Central Park.

Hace frío, de camino al Dakota nos encontramos un libro. Metro, compra, más americana que nunca (leche, mantequilla de cacahuete y cervezas)
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