Tengo día perezoso, hace frío decido quedarme en casa, ahorrarme el turisteo y trabajar un poco.
Después de comer bajo a Manhattan a comprarme mi regalo de reyes. La Lomokino ha llegado a mi vida!!!
En el camino de vuelta descubro una tienda que vende café en grano, es mi otro regalo, café de Etiopía recién molidito. Por fin un café como toca y no un agua coloreada. Qué ganas de desayunar mañana.
Tenemos cena familiar Jose, Asma, Sana, Carol y yo, con sobremesa de helado y charla en el salón del té.
Nos metemos en la cama, apagamos la luz y nos mandamos mensajes por el WhatsApp de colchón a colchón en la misma habitación. Nos da el primer ataque de risa de la noche, parecemos dos auténticas quinceañeras. Cuando conseguimos serenarnos y decirnos buenas noches se abre la puerta, y Sana entra sigilosa a decirnos que su colchón se ha desinflado entero por arte de magia. El ataque quinceañero vuelve a nuestras vidas, y se multiplica cuando ya somos cuatro apretadas en dos colchones. Nos cuesta dormirnos un siglo porque cada vez que llega el silencio alguna vuelve a reírse y todas vamos en cadena. Muy rejuvenecedora la noche, durmiendo de vuelta con mi mujer, reduciendo el espacio, esta vez en un colchón de 90.
Esta muy bien el blog, no lo conocía hasta ahora, me pasaré más a menudo a leerlo. Aprovecho para felicitarte el 2012, un saludo!!
ResponderEliminares tan maravilloso......................REIRSE!
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