sábado, 23 de junio de 2012

día 201 de paseo por el Bronx

Quedo con Michela y Mattia para comer en el barrio italiano del Bronx. Llego con mil millones de años de retraso porque hoy el metro funciona a su aire, como suele pasar los fines de semana.

El barrio está más vivo de lo que esperaba. Voy en busca de la cafetería en la que me están esperando. El calor hace que la linea del horizonte se ondule como una patata frita de bolsa. Por un instante pienso que sería el momento ideal para que me robaran el DNI, la única documentación que aún me recuerda que me llamo Raquel, y quedarme aquí atrapada, en esta ciudad que siento mía. Pero nadie me para. Nadie me tira del bolso. Qué remedio, tendré que marcharme.

Llego a la cafetería y caminamos distraídos hasta el mercado. Pocos puestos, pero muy bien puestos. Comemos dentro. Tabla de embutidos, berenjenas en forma de lasaña, croqueta gigante de arroz. Me gusta el sitio, la comida y la compañía. Acabamos con unos cafés y unos dulces en una terraza a un par de manzanas.

Amenaza lluvia. De vuelta al metro las barbacoas están desplegadas en todas las aceras. Música, fiesta y familias. Me acuerdo de que yo también tengo una, tengo ganas de verla. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario